¿Qué es un gotero autocompensante?
Un gotero autocompensante es una pieza fabricada en plástico o fibra por la que a través de una membrana proporciona una cantidad constante de agua, independientemente de la presión con la que el agua llega al gotero.
Se emplea en sistemas de riego por goteo. En el mercado puedes encontrar diferentes modelos en función del rango de caudal de agua que quieres que suministre.
Al tratarse de un sistema de riego por goteo te va a suponer un ahorro muy importante tanto en la cantidad de agua que tienes que gastar como en el tiempo que inviertes para el riego de las flores y plantas presentes en tu jardín.
Además de servir como sistema de riego para tu jardín este sistema es muy eficiente también para emplearlo en las plantaciones agrícolas. De hecho, usar este tipo de goteros puede hacer que aumente la producción de los cultivos.
¿Cómo funcionan los goteros autocompensantes?
El funcionamiento de estos goteros es muy sencillo. En su interior contienen una membrana que funciona bajo presión, esta membrana ofrece resistencia al paso del agua (a mayor presión del agua mayor resistencia) de forma que el caudal de agua sale por el difusor del gotero de forma constante y uniforme.
Esta membrana tiene una doble función, ya que además de controlar la salida del agua también alarga la vida útil del gotero. Esto lo consigue gracias a que durante el riego se encuentra en movimiento constante evitando que se puedan quedar partículas de suciedad en su interior que puedan acabar obstruyendo el sistema de riego.
Estos sistemas proporcionan un flujo de agua muy bajo (gota a gota), de esta manera, el riego se centra en la zona de las raíces y se evita malgastar agua y que esta se evapore.
La cantidad de agua concreta que sale del gotero autocompensante viene dada en las especificaciones del fabricante, de manera que puedes elegir el que más se adapte a tus necesidades.
¿Cuándo usar goteros autocompensantes?
Estos goteros son, sin duda, la mejor opción para el riego de cultivos y plantaciones grandes, así como en terrenos o parcelas con pendientes e irregularidades. También resulta un sistema de riego muy eficiente para regar tu jardín, proporcionando a tus plantas y flores la cantidad exacta de agua que necesitan para lucir sanas y fuertes.
Usar goteros autocompensantes da como resultado un riego mucho más controlado. Sabes de forma exacta la cantidad de agua que estás empleando durante el riego (por ejemplo, 1 litro por hora).
Las principales ventajas que te pueden proporcionar son:
- Con ellos consigues un riego uniforme incluso en terrenos con grandes cambios de altura ya que con este sistema se compensan esas peculiaridades.
- Tiene la ventaja de poder instalar un sistema de riego en líneas muy largas. En este caso la diferencia de presión del agua no supone un problema porque estos goteros igualan las diferentes presiones de forma que sale el mismo caudal de agua desde el primer hasta el último gotero de la línea.
- Por último, optimizarás el uso del agua, suponiendo un ahorro para tu bolsillo y contribuyendo a la sostenibilidad ambiental.
Diferencia entre un gotero autocompensante y uno turbulento
La principal diferencia entre estos dos tipos de goteros es la existencia de la membrana en el interior de los goteros autocompensantes.
Los goteros autocompensantes, gracias a dicha membrana, siempre proporcionan la misma cantidad de agua con independencia de los cambios de presión que se produzcan. En cambio, los goteros turbulentos varían su caudal en función de la presión con la que el agua llega al gotero, por ende, no riegan de forma uniforme.
Los goteros autocompensantes son más caros que los turbulentos ya que cuentan con un sistema interior más sofisticado para compensar las diferentes presiones del agua.
Una vez sabes las principales diferencias, ¿cuál te conviene más?
En el caso de terrenos rectilíneos y sin desnivel los goteros turbulentos pueden ofrecer un rendimiento óptimo y ser una buena opción ya que resultan más baratos.
En parcelas con desnivel e irregularidades, y en líneas de riego largas, es necesario usar goteros autocompensantes para obtener un sistema de riego adecuado.
Como conclusión, en términos generales los goteros autocompensantes son la mejor opción. Aunque son más caros las ventajas que ofrecen respecto a los turbulentos son mucho mayores, logrando siempre un riego más preciso y controlado.